Lectura: Lucas 22:31-34
Pastora Belkis Fernández
Los discípulos iban a ser confrontados y confundidos durante la pasión y muerte de Jesús en la cruz del calvario, su fe iba a ser zarandeada como el trigo. Ya vemos en Lucas 22:3 que Satanás entró en Judas Iscariote y se dejó engañar. El Señor prepara a Pedro para que no le pase lo mismo. Hay pruebas que te sacuden y es necesario mantenerse firme para no tardar la restauración y evitar que Satanás tome ventajas.
En un ambiente donde los discípulos están en pleitesía por ocupar el primer lugar, el Señor predice que Pedro lo va a negar y le advierte diciéndole, “Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo.” Jesús se dirige a Pedro con el nombre de su vieja naturaleza y lo hizo porque sabía que Pedro iba a responder en la carne y le iba a negar. A veces nosotros respondemos al Señor en la carne, así como lo hizo Pedro.
En este dialogo con Jesús y Pedro, observamos:
Jesús advierte a Pedro de los planes del enemigo de la justicia. Lucas 22: 31.
Jesús intercede por Pedro para que su fe no falte. Luc.22:32
Jesús espera que Pedro se arrepienta y ya restaurado confirme sus hermanos.
La voluntad de Dios es que haya una respuesta humana y que la misma sea solidaria para apoyar a otros. Grandes promesas surgen de Jesús de comer juntos y de sentarnos a juzgar las doce tribus de Israel. (Apoc.20:4)
¡Recapacitemos, el Señor sigue intercediendo con eficiencia y eficacia y a través de su Espíritu ruega que nuestra fe no fallezca!
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