Lectura: Mateo 1:21
Pastora Belkis Fernández, D.Min.
Celebramos el nacimiento de Jesús, trayendo las palabras que le dijo el ángel a José, en Mateo 1:21
Cuando nazca el niño, lo llamarás Jesús. Él va a salvar a su pueblo del castigo que merece por sus pecados. (Traducción en Lenguaje Actual). Jesús es el Salvador prometido, el Mesías esperado. Ante Jesús se doblará toda rodilla y toda lengua confesará a Dios.
La salvación significa sanar, preservar y librar de la muerte (Dicc. Teológico, 478). Para otros, salvación es la acción de agarrar a otros por la fuerza y librarlos del peligro. (Dicc. Bíblico Conciso, Holman, 602).
Hay que traer una reflexión que nos lleve a un cambio interno, a decisiones serias de mantener una ética saludable con los de afuera y los de adentro. Jesús continúa su misión salvífica de restaurar a una humanidad atrapada en el pecado. La misión sigue presente y es impedir el castigo que nos merecíamos.
El hecho histórico del nacimiento de Jesús no podemos omitirlo. En el pasado y aun en el presente hay perversos que, por sus prácticas paganas, mundanas celebran erróneamente esta fecha. Otros que son religiosos que son indiferentes ante celebrar la navidad. Otros que se dedican solo a criticar celebrar el nacimiento de Jesús porque la fecha difiere de la fecha real, por las prácticas paganas y esto no se justifica. El creyente debe celebrar la encarnación, el nacimiento, vida, muerte y resurrección del Señor.
La navidad es más que un regalo material, es más que una fiesta y un ambiente celebrativo bonito. A mí me encanta la navidad en Canadá, porque se reúnen en familia y por el ambiente festivo de alegría, luces, música, comida, oración en familia y esto no está mal, porque se construye armonía.
En termino real, en sí ¿Qué es la navidad?
La navidad es celebrar el nacimiento de Jesús, es celebrar salvación ya que fuimos liberados de la esclavitud del pecado. Jesús muy bien dijo que no son los dones, ni los milagros, ni lo bien que luce un ministerio y como impactamos a los demás. Lo importante es que nuestros pecados han sido perdonados y por ende que nuestros nombres estén registrados en el libro de la vida.
La salvación es un estado de salud completo.
Veamos de nuevo a Mateo 1:21 en otra versión:
21 Y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados. (La Biblia de las Américas).
En Griego, Jesús es el Mesías. Jesús significa “El Señor Salva”. Jesús nos ha perdonado y tenemos que practicar el perdón, los unos a los otros. El apóstol Pablo en medio de un conflicto que tuvo con un hermano en la iglesia de Corinto, nos invita a perdonar porque si no perdonamos a ese miembro de la familia o de la familia de la fe, el enemigo de la justicia gana ventajas y el conflicto se va a empeorar.
Hay problemas que aún están latentes, ofensas, disgustos, amarguras, gestos que comunican desavenencias, discordias, resentimientos, calumnias, entre otros males que usa el enemigo de la justicia para estorbar los planes de Dios. De tantos ejemplos, quiero señalar a Job, él pudo liberarse y encontrar sanidad cuando reconoció el problema, oró y perdonó a sus amigos.
La relación de Dios con el hombre es interrumpida, si no existe una relación saludable entre los unos a los otros. Si no tenemos paz los unos a los otros, tampoco tendremos paz para con Dios. Jesús nos llama a restablecer nuestra comunión con los demás, entonces estaremos aptos para hacer un sacrificio que honre su nombre y así celebramos la navidad con el vínculo perfecto del amor.
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