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Una Mente Liberada - Prédica

Lectura: Lucas 8:27-39

Pastora Belkis Fernández, D.Min.


La enfermedad mental se complica cuando es afectada por una posesión demoníaca. Cuando el mal ataca a un individuo, no todos los facultativos que bregan con la salud mental pueden resolver esos problemas tan complejos.


La salud mental sigue deteriorándose y en este caso Jesús libera a este hombre de Gadara. Él vivía en los sepulcros y al perder el control de su mente, no podía dominar sus emociones, sus sentimientos y ni siquiera su cuerpo. Este hombre se desnudaba, perdía el buen juicio al hacer uso de la violencia, pues tenían que atarles con cadenas.

Este es el primer milagro que Jesús hace en territorio gentil. El endemoniado gadareno lanzó un gran grito al ver a Jesús. El espíritu malo que poseía este hombre reconoció a Jesús como el Hijo del Dios Altísimo.


Cuando una persona está mal tiende a aislarse de su familia, y si la familia no busca a Jesús a tiempo su estado va empeorando. Este hombre estaba irritado y sus gritos asustaban hasta que vino al encuentro con Cristo y ya no más encadenamiento, ni peligro en la comunidad.

Los demonios destruyen vidas, relaciones, familias y todo lo que esté funcionando bien. Hoy en algunos casos le ponen el sello/ diagnóstico de “problemas mentales” (preste atención a esto) y hay situaciones que el diagnóstico es correcto, pero en otros casos, la medicina es peor que la enfermedad tal como dijo Job.


Los sepulcros son para los muertos y no para los vivos. Jesús lo sanó y lo envió a su casa ya no desnudo, ni gritando, ni violento sino comportándose bien y como una persona normal. La presencia de Jesús transformó aquel hombre el cual postrado y completamente en su juicio cabal recibió liberación.


Él quería seguir a Jesús y el Señor le envió a su casa y a su región, el cual se convirtió en testigo de las maravillas de Jesús. Tu vida y la mía deben ser un testimonio de las maravillas de Cristo, tal como decía el apóstol Pablo, debemos ser cartas abiertas. En Marcos 5:20, el autor concluye que este hombre se fue hacer evangelismo en Decápolis. El publicó las maravillas de Jesús.

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